El Rey Felipe VI zarpa a la aventura: estrena nueva equipación para regatas mientras la Princesa Leonor descansa
En las aguas de la bahía de Palma, Don Felipe se embarca en la Copa del Rey Mapfre con una nueva apariencia, mientras la ausencia de la Princesa Leonor genera expectativa.
Una mañana de emociones en el Real Club Náutico de Palma
El martes al amanecer, el Real Club Náutico de Palma bullía de actividad. Los más de 1.700 regatistas se preparaban para una jornada épica en alta mar. Entre cafés, tés y desayunos energéticos, el ambiente se cargaba de expectación. La silueta del Aifos, el emblemático velero de la Armada, destacaba en el puerto mientras los últimos rayos de sol iluminaban la basílica de Santa María.
Felipe VI: Un cambio de imagen para la competición
Con la agenda real permitiendo su participación, el Rey Felipe VI llegó al club poco antes de las diez y media. Recibido por el presidente del RCNP, Rafael Gil, Don Felipe se preparó para la regata. Cambiando su tradicional polo por uno azul oscuro, parte de la nueva equipación del Aifos, el Rey se unió a su tripulación listo para la competencia.
La ausencia de la Princesa Leonor: ¿Descanso merecido o sorpresa inminente?
Mientras las cámaras capturaban cada movimiento del Rey, la ausencia de la Princesa Leonor se hacía notar. Aunque se esperaba que compartiera velas con su padre, la joven heredera parece haber optado por un merecido descanso tras sus intensos meses en la Escuela Naval de Marín. Sin embargo, la posibilidad de que se una a la competición sigue viva, manteniendo a todos en vilo.
Una tradición estival que trasciende generaciones
Desde su juventud, Felipe VI ha hecho de las regatas una tradición veraniega ineludible. La conexión con el mar refleja no solo su habilidad como navegante, sino también una herencia familiar que se comparte y disfruta. Mientras tanto, las otras embarcaciones, como los veleros Regulus, simbolizan la continuidad de esta pasión en la próxima generación real.
El Rey en acción: Un día perfecto para navegar
Bajo un cielo nublado pero prometedor, las condiciones eran ideales: un viento favorable y una temperatura de 25 grados. El Rey, siempre precavido con la protección solar, bromeó sobre sus anteriores quemaduras, reflejando su disfrute tanto en tierra como en mar. Con cada maniobra, dejaba claro que el Aifos está en manos hábiles y experimentadas.
La vida familiar real en Palma
Aunque la Reina Letizia y las Infantas se encuentran en la isla, su presencia ha sido discreta. La familia real, entre la formalidad y el ocio, aguarda momentos de tranquilidad en el Palacio de Marivent, con la expectativa de unas vacaciones privadas alejadas de las cámaras.